El cuento del fantasma bueno.

-Ana, me gustaría ver un fantasma- dice Antonio,

-¿estas seguro Antonio?dan mucho miedo,dice Ana.

¡Sí, lo quiero ver!

Si lloras, el fantasma aparece para tranquilizarte, y si haces algo malo el fantasma desaparece.

Cañada del lobo ruta.

Nos fuimos a una ruta de unas cuantas oras, al teleférico, donde vimos un espectáculo de aves rapaces.
Y vimos la ave mas grande el Cóndor.
Cuando terminó el espactáculo, nos fuimos de camino a el albergue, fue muy cansado.

Cañada del lobo orientación.

Hicimos también un juego de orientación y me tocó con: Elena, Jaime, Marina y Ana. Lo encontramos todo los segundos, y hicimos una paella, después por la noche Quini yo y unos cuantos mas fueron a echarle fotos a la luna.
Por la mañana desayunamos comimos y a las 5:00 nos fuimos.

Cañada del lobo gincana.

Hicimos una gincana, y me puse con mi amigo Gianluca.
La primera prueba, era que te daban una cuchara y una pelota y la tenías que transportar hasta un lugar cerca, segunda prueba: Te daban cinco pelotas de golf y las tenías  que encestar en una caja de plástico, tercera prueba: te daban cinco piedras a cada uno y tenías que tiras las latas, eran dos, cuarta prueba: eran cinco aros y los tenías que meter en tres conos, quinta prueba: habías dos bandejas llenas de agua con tres monedas dentro y las tenías que coger con la boca, sexta prueba: eran dos bandejas llenas de harina y dentro un bombón y lo tenías que coger con la boca así te manchabas la cara de harina y hacía gracia, séptima y última prueba: era una cuerda atada a dos columnas y una manzana colgada y entre los dos le tenías que meter un bocado.

La cañada del lobo.

Cuando llegamos al colegio a las 9:30 lo que hicimos fue ir al autobús para meter las maletas y irnos a la cañada del lobo, Quini dijo que nos pusiéramos en pareja y yo me puse con Juan.
Cuando llegamos a la cañada del lobo, dejamos las maletas y cogimos cama.
Yo dormía con Gianluca uno de mis mejores amigos, y desayunamos.
Después, comimos y mientras comimos, notamos que olía a fuego y vimos una avioneta echando agua en el fuego para que se apagase.
Después, vinieron los de la protección civil para transportarnos al colegio y volvíamos el miércoles por la mañana igual que el martes.

Ejercicio 10 página 36.

Cuando Ramón Lamote salió de dar su clase, no lo podía creer. Allí estaba de nuevo la señora sentada en medio de las escaleras, Ramón Lamote, esta vez si se atrevió a decirle que se quitase con educancia, -Perdone, ¿Podría quitarse usted de las escaleras un momento? ¿Por favor?-dijo Ramón Lamote.

-¡Claro que sí, esta vez si porque me lo has pedido, antes esque no me lo habías pedido!- respondió la señora, y al fin Ramón Lamote pudo llegar a su casa temprano.

                                  FIN   13/10/11

Ejercicio 4 pag 31.

Cecy voló sobre una corriente de aire frío y observó la aldea con los ojos de un búho. Aterrizó en la ventana de Tom y miró a través del vaho. Estaba dormido. Después, bajo la forma de una mosca, se posó en su almohada.
-Tom -le susurró al oído-, el miércoles vendrás a casa a merendar con mi familia.
Al despertarse, y sin saber por qué, Tom buscó una dirección y encargó unas orqídeas asiáticas para una tal Cecy, a quien, por supuesto, no conocía.